Festividad.!*
Con el tiempo, en España y en otros países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.
En España y en algunos países de Latinoamérica, existe la costumbre de poner regalos a los niños (y por extensión a los mayores) la noche del día 5 de enero. En España, la costumbre era poner los regalos en el balcón, sobre los zapatos que previamente se habían colocado allí. A veces se dejaban allí mismo dulces para obsequiar a los dignos visitantes y paja para los camellos, que se supone era o es el medio de transporte. En algunos lugares, las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes, durante la cual los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida. El día siguiente, el 6 de enero, es fiesta para todo el mundo. Ese día los niños disfrutan sus obsequios.